Mediante el cristalizado, le devolvemos al pavimente el brillo que tenía el primer día, siempre y cuando el pavimento no este demasiado deteriorado, si fuera el caso, deberíamos de repararlo antes.
Este proceso se debe de realizar con maquinaria rotativa en la que pondremos lana de acero, a la par que utilizamos los productos adecuados, que serán un producto base, indicado para abrir el poro del suelo y limpiarlo, y un cristalizador, que sellará el poro y dará al suelo el brillo deseado.